Una droga es una sustancia
que puede modificar el pensamiento, las sensaciones y las emociones de la
persona que la consume. Las drogas tiene la capacidad de cambiar el
comportamiento y, a la larga, la manera de ser.
Algunas drogas se consideran
legales y otras, ilegales. La consideración de un tipo de droga como legal
(como sucede con el alcohol o el tabaco) implica tan solo una regulación
diferente de la producción y de la comercialización, y en ningún caso quiere
decir que no sea peligrosa.
Todas las drogas comportan
un riesgo y no existe consumo alguno que pueda considerarse totalmente seguro.
El riesgo resulta de la combinación de tres factores: los efectos que provoca
la sustancia, la manera de utilizarla (dosis, forma de administrarla, efectos
que quieren obtenerse con ella) y la vulnerabilidad del consumidor.
Las drogas son sustancias
químicas que modifican el funcionamiento de nuestro organismo. Cuando las
introduces dentro del cuerpo (por ingestión, inhalación o inyección), las
drogas llegan al torrente sanguíneo y son transportadas a distintas partes del
cuerpo, como el cerebro. En el cerebro, las drogas pueden intensificar o
adormecer tus sentidos, alterar tu estado de alerta y, en algunos casos,
reducir el dolor físico.
Las drogas pueden ser útiles o nocivas. Los efectos de
las drogas pueden variar según el tipo de droga, la cantidad que se toma, la
frecuencia con la que se la usa y la rapidez con la que llega al cerebro;
también varían según qué otras drogas, alimentos o sustancias se tomen al mismo
tiempo. Los efectos también pueden ser diferentes según la química, la forma y
el tamaño del organismo.
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